Absolut Vodka se reinventa así misma con Absolute Masquerade, la botella se viste de fiesta con un vestido compuesto por más de 3000 lentejuelas y una delicada cremallera que permite descubrir en su interior la clásica botella.


América Cointreau se viste también para la ocasión con un traje cuya diseñadora la francesa Catherine Malandrino afincada en NY que se inspiró en el patriotismo americano y la Estatua de la Libertad, vínculo de unión y buenas relaciones entre las dos regiones. La edición es limitada e incluye también copa y coctelera.
Ya para terminar un producto español, el vino de las reconocidas Bodegas Torres se viste con un elegante vestido de papel ideado por el diseñador de moda Armand Basi al más puro estilo origami y que ha tenido en cuenta la sostenibilidad del packaging, ya que en su elaboración como en su reciclado no contiene ningún producto nocivo para el medio ambiente.
Edición limitada a 460 unidades.

2 comentarios:
¿Sirven los vestidos para la crisis?
Si todos se visten, a lo mejor el que triunfa es el que va desnudo.
Aunque creo yo que es un sector, el que compra este tipo de productos, que no le afecta mucho la crisis.
Por lo menos, así igual se ahorran unos cuantos eurillos en publicidad. Por lo pronto tú ya les has hecho publicidad!!!
un abrazo!
Desde luego, las estrategias publicitarias van más allá de nuestra percepción. Pero es diseño y comunicación !! y funciona....
Pero ahora yo me pregunto, vale las grandes multinacionales hacen uso del diseño para conseguir el éxito en el lanzamiento de sus productos,que pasa con las pequeñas??
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